El pasado domingo 19 nos pusimos nuestras mejores galas de entretiempo sevillano (es decir, calor) para ir al CAAC al Picnic Interestelar con el objetivo claro de conocer a los únicos dos grupos de todo el cartel compuestos íntegramente por chicas: Hardcute Ukelele y Las Odio.

Hardcute Ukelele y la Alicia de Cristina Lucas.
Las primeras del día fueron el dúo sevillano de Rosa y La Niña Pájaro que, con una batería que suena a punk y un ukelele que suena a folk, nos tocaron sus versiones/parodias de grandes temazos al amor, a la muerte y al Titanic (sí, ¿por qué no?), cantadas con un tono irónico como mi favorito Mi novio ha vuelto. Un consejo: no intentéis adivinar qué canción están versionando, es imposible. Aunque a veces parecía que estaban ensayando la canción por primera vez, eso solo es porque se equivocan con mucha gracia y porque, citando a Rosa, traían canciones «nuevas y súper nuevas». En definitiva, ir a un concierto de Hardcute Ukelele es una de esas cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida como casarse en Las Vegas, tirarse en paracaídas o hacer un dúo con Leticia Sabater. Y si no conseguís ir a ninguno, os podéis conformar con su canal de Youtube.

Las Odio y varias niñas aprendiendo mucho.
Después de una medio insolación y un sándwich de pollo a precio de Can Roca, hicimos la digestión y nos fuimos a ver a Las Odio, un grupo de post-punk inclasificable que llega de Madrid con un súper LP bajo el brazo. Sin embargo, si el LP mola, Paula, Alicia, Sonsoles y Ágata se crecen aún más en el escenario, en el que sonaron bastante más punk, más cañeras y con más fuerza, y se pudo notar el garage de los primeros White Stripes en la música de Vitaminas y el rock castizo de Pony Bravo en Indiespañol. Eso sí, las letras haters como la de este último tema que he mencionado son marca de la casa e hicieron que el público (un 70% mujeres) se viniese arriba con «Yo no soy la novia/ no soy la amiga/ no soy la prima/ ni la vecina». Podéis imaginar fácilmente por qué no hay que perderse su próximo concierto en el sur, en el Monkey Weekend de El Puerto de Santa María.
Para terminar, una recomendación a los organizadores del festival: si vais a poner a seis euros la copa, intentad que no se vean las botellas. O también podéis intentar que sea bebida de mejor calidad. De buenro.

Ups.