Paternalismo y merienda-cena

En esta nueva sección queremos hablar de meteduras de pata machistas en torno al mundo de la música. Es, en realidad, lo que podríamos llamar «cagada musical», pero le hemos puesto «La perla del mes» para no escandalizar tan pronto.

Para el mes de febrero hemos ido recopilando algunas cositas desde diciembre y nos da para dar mucha guerra, así que ahí vamos.

Nos vamos al panorama internacional y a la música más comercial. Entre los cinco nominados a Mejor Album del Año en los Grammy 2018 solo había una mujer. Esta mujer, Lorde, fue la única que no actuó en solitario en la gala de los Premios. ¿Casualidad? No lo creo. Su propia madre, Sonjia Yelich, compartía un párrafo de un artículo de The New York Times que decía que: «De las 899 personas nominadas en los últimos seis Premios Grammy, según un informe, un 9% eran mujeres».

Cuando le preguntaron a Neil Portnow por la ausencia de mujeres en el mundo de la música, el presidente de la Recording Academy respondió: «Tiene que empezar con que las mujeres que tengan creatividad en sus corazones y almas, que quieran ser músicas, ingenieras, productoras o ejecutivas, den un paso al frente. Porque creo que serían bienvenidas». Ay, querido Neil, si supieras que hasta en ese comentario tan paternalista, el propio Bono (que tuvo más minutos musicales que Lorde en la gala y no estaba nominado en ninguna categoría) te llevó la contraria un mes antes.

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Sí, porque el rey de la merienda-cena, la estrella del rock más comprometida (si no has visto esta parodia estás tardando) dijo en diciembre en una entrevista que la música se está volviendo demasiado femenina: «hay muchas cosas buenas en eso, pero el hip-hop es ya el único sitio en el que un hombre joven puede descargar su rabia –y eso no es bueno». Y siguió con su perorata de cómo los hombres usan la música para descargar su rabia y ahora las mujeres, que somos unas aguafiestas, no les dejamos. Ay, qué pena.

Y esto que quede claro: ni la rabia ni la música son propiedad de los hombres, ni una característica de su género, nosotras también llevamos mucha rabia dentro para descargar en el escenario y, con comentarios como estos, aún más. Así que, a dar guerra.